Una imprenta entrega una partida de etiquetas autoadhesivas. El cliente responde días después informando que el color está “fuera de lo aprobado” y solicita rehacer el trabajo sin costo. El operador asegura que se guió por la muestra impresa anterior, pero no hay valores medidos ni informes que respalden el resultado.
No se registró el Delta E, ni se conservó un historial de impresión, ni se utilizó un sistema de aprobación digital o medición objetiva. La empresa debe aceptar la devolución, aunque no se pueda comprobar si el reclamo fue justificado.
¿Cómo respaldar mis trabajos frente a un rechazo de cliente?